El Club de Jóvenes Programadores inició su actividad en febrero 2013 como un taller diferente. El nombre, de hecho, no es baladí: un Club en el que compartir experiencias, enseñar y ser enseñados, jugar y aprender. El CJP es mucho más que programar por programar, y su finalidad va mucho más allá de simplemente aprender un lenguaje determinado.
Parte de la filosofía CJP ha quedado muy bien plasmada en la ponencia de Antonio, uno de ‘nuestros’ CJPs, en el TEDxYouth Valladolid 2015 del 15 de noviembre, uno de esos eventos en los que chavales por debajo de los 18 años pudieron exponer sus inquietudes e ideas. Antonio, de ocho años, decidió exponer cómo él entiende el mundo de la programación, para qué utiliza sus conocimientos y cuál es la finalidad de los proyectos que realiza tanto a nivel personal como en su colegio, colaborando con sus compañeros.